Talleres de Escritura Creativa
Talleres de Escritura Creativa
Incentivar la lectura es un viaje, pero incentivar la escritura es una aventura
Proyecto pedagógico transversal Plan Lector
Plan Nacional de Lectura y Escritura
La institución aplica una metodología flexible, integral, progesiva y funcional para orientar a los estudiantes
Refuerzos de lengua castellana
Refuerzos en Lectura y Escritura
Refuerzos de lectura y escritura en horas de la tarde
Proyecto pedagógico transversal Plan Lector
Vinculación con la Biblioteca Municipal en su plan de acción
Se ha hecho un trabajo de vinculación con Biblioteca Municipal de Victoria en los programas de extensión, formación y capacitación
Proyecto pedagógico transversal Plan Lector
Hora Lectora para sumergirse en los libros
Se asignó una hora académica semanal, dentro de la distribución horaria correspondiente

Se trata de cuando yo tenía dos años y me caí de cabeza en un tobogán. Esta historia es personal.

El lisadero

 

Un día estaba en mi casa con mi linda perra llamada Susy y sonó un ruido muy fuerte y ella salió corriendo entre muchos árboles. Yo salí a buscarla con mi mamá y mis hermanas, pero no la encontramos. Varios días después al mirar al cielo, vi una linda estrella, cuyo brillo destacaba entre todas las demás. En ese momento me di cuenta que mi linda perrita ya no estaba con nosotros y que era esa linda estrella que me iluminaba cada una de mis noches.

Con mi hermana nos encontrábamos explorando un bosque alejado de la civilización. Mientras más nos adentrábamos, el bosque se sentía con un ambiente pesado, cada vez sentíamos más miedo y en el suelo vimos una huella de bebé. Simplemente nunca logramos explicar lo visto.

En la pared de mi casa un gato quieto me miraba fijamente. Me pregunté si él podría hablarme en cualquier momento. Sería extraordinario hablar con un animal y saber sus pensamientos y preocupaciones. Siempre será un misterio lo que piensa un gato cuando te mira fijamente.

La última hoja del árbol se aferraba con desesperación al ramaje. El viento la acariciaba, pero ella no se rendía. Recordaba los días de sol, las lluvias primaverales y los niños que jugaban bajo su sombra. De repente, una ráfaga la arrancó. Cayó lentamente girando en el aire. Al tocar el suelo, sonrió. Ya no estaba sola. Junto a ella, otras hojas la esperaban formando un tapiz dorado.

Creí que había visto todo en mi vida cuando una mañana en mi cuarto empecé a filosofar conmigo mismo y me dirigí al bosque divino de mi vida, ya que mi vida es un bosque lleno de cosas por descubrir.